El domingo de abril se celebró en nuestro Colegio la Primera Comunión de los alumnos de 5º básico, quienes han realizado un proceso de preparación y formación durante dos años, acompañados de sus familias y de las catequistas Eva y Patricia, a las que agradecemos especialmente por su dedicación a lo largo de este período.
El P. luis Valenzuela ha presidido la ceremonia en este día tan especial para los niños y para la Iglesia que ha canonizado a los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II. De seguro que los niños no olvidarán esta fecha. El Papa Francisco nos decía que podemos reconocer en San Juan XXIII al «Papa de la docilidad al Espíritu Santo»; y de San Juan Pablo II decía que es el «Papa de la familia»… esto mismo deseamos para los niños que han recibido a Jesús por primera vez en su Cuerpo y Sangre: una constante y creciente apertura al Espíritu para que se dejen siempre guiar por los caminos que Dios les marca a cada uno, sabiendo que como Padre Bueno que es, los llevará hacia la verdadera felicidad. Sabemos también, lo fundamental y decisivo que resulta para los niños el apoyo de sus familias en su crecimiento de fe, apoyo que el colegio complementa en toda su labor pastoral y educativa. Todos formamos la comunidad educativa, cuyo centro y meta es aquello que el P. Faustino deseaba de cada alumno calasancio: «formar en su corazón la imagen de Jesucristo»… ese Jesús al que en este día se han unido de una manera muy especial.
Agradecemos al grupo de catequistas de apoderados, que a lo largo de este tiempo ha dedicado lo mejor de sí para colaborar en la catequesis familiar y en la organización de esta celebración; en especial, gracias a las catequistas Claudia, Karina, Margarita y Sandra, y a quien ha coordinado toda la labor, la Sra. Verónica.
Depositamos en las amorosas manos de nuestra Madre, la Divina Pastora, la vida de cada una de las niñas y niños que hoy recibieron el más importante de los sacramentos, y le pedimos como Buena Madre que es, que no permita que ninguno se aleje de su Hijo Jesús.