De izquierda a derecha: M. Ivonne Puga, M. Patricia Olivares, M. Enriqueta Sanchez, M. Maria Paz Valbuena y M. Diosilda Daza
«El Instituto debe ser para vosotras una antesala del cielo, donde todas sirváis, améis y alabéis sin cesar a Dios, teniendo presente que este Señor no premia el brillo de las obras, que tiene por baladí, sino el fin y amor con que se hacen; que no es la que más puede y hace, la más merece, sino la que más ama y hace lo que puede».
«Para evitar que la inocencia del corazón se pierda entre las tinieblas de la ignorancia, se dedicarán a la enseñanza…»