El día 21 de noviembre se realizó uno de los momentos más insignes del año: la Licenciatura de los estudiantes de IVº Año Medio Generación 2025.

Cerrando una de las etapas más importantes en la vida de estos jóvenes; desde ahora en adelante, iniciarán el largo y desafiante camino de ser adultos y forjar su futuro, formar familia y heredar este mundo para hacerlo cada día mejor y más justo.

Además de entregarles sus Licencias de Enseñanza Media, hay estudiantes que se han hecho acreedores de otros reconocimientos, y que han sido nominados por manifestar un valor, una forma de ser o una conducta especial que los ha caracterizado y que ha sido valorada por sus pares, por sus profesores o que se ha evidenciado objetivamente en su rendimiento académico. 

Se destacó, elogió y premió los Logros Académicos y Personales, que, como Comunidad Educativa Calasancia, inculcamos y motivamos en nuestros estudiantes.

Al final de la Ceremonia se llega a uno de los momentos más significativo y emotivo: las manos de sus Profesoras Jefes representan a toda la Comunidad Escolar, sostienen la luz: una vela que anuncia la partida de sus estudiantes, porque son el resultado de un largo camino y son el fin último de nuestra labor como Educadores Calasancios.

Jesús les dice ¨Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida. (Juan 8,12) El Señor de la Vida, queridos egresados, quiere seguir iluminando vuestras vidas y les recuerda que hoy son enviados a un mundo en donde Jesús los necesita, los necesita como portadores de sus valores y con ellos reflejen a un Jesús amoroso, a quien extiende sus brazos para ser misericordiosos, solidarios, abnegados, comprometidos con ustedes y con la humanidad, a un Jesús que, frente al dolor, a su propio dolor, comprendió y ayudó a los sufrientes del mundo, dando testimonio de fe y piedad para que puedan ser fuertes y valientes en las debilidades, descubriendo día a día, el gran amor que Cristo les tiene.

Hoy la vida se les abre con todo su esplendor y generosidad. Salgan al encuentro de ella, siendo portadores de paz y amor, y que el sello que los distingue sea su accionar diario.

Que Dios y la Divina Pastora los acompañen siempre.